¿Temor a morir o a desaparecer?
Por Jose Luis Giménez
Cuando abrimos los ojos por primera vez nuestra mente intenta averiguar donde estamos, qué somos, porqué estamos ahora aquí… El comienzo de la existencia en este mundo material suele resultarnos incómodo, ajeno y extraño a nuestra verdadera condición espiritual y hasta peligroso, puesto que desde el mismo instante de nacer, nos encontramos en peligro de muerte. Pero conforme vamos acostumbrándonos a este nuevo estado, también sentimos un apego desmedido por todo lo material que nos envuelve en este mundo físico y ello nos lleva a alejarnos del verdadero sentido de la vida. La mayoría de las veces, y mientras disfrutamos de una plena juventud, ni siquiera nos paramos a reflexionar el porqué de nuestra existencia, ni el hecho de que la muerte forme parte de la vida. De hecho, para que exista la muerte, previamente deberá existir la vida y, aunque parezca una «perogrullada», si analizamos el sentido de la frase, veremos que no lo es. Aún así, antes que conocer el sentido de la vida, nos preocupa conocer que pasa después de la vida, es decir, cuando nos encontramos cara a cara con la muerte. Es aquí cuando surgen las mayores inquietudes por conocer lo que ocurre después de la vida física y material que conocemos, puesto que se nos plantean una serie de cuestiones que difícilmente podremos resolver. ¿Es la muerte un estado final? ¿Qué ocurre cuando morimos? ¿Hay vida después de la vida?
Todas estas cuestiones y otras muchas más, se nos agolparán en nuestra mente, intentando encontrar una respuesta que se nos antojará imposible de encontrar, pero… ¿Es así?
La Ciencia ha intentado encontrar estas respuestas mediante diferentes investigaciones, estudios y experimentaciones, sin que hasta la fecha haya encontrado la respuesta definitiva a nuestras inquietudes.
Y en parte es lógico que así sea.
Me explicaré:
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El ser humano está inmerso en un mundo material, cuyo estado es similar al que se produce cuando un submarinista baja a las profundidades del océano. Necesita un equipo adecuado para poder sobrevivir en ese ambiente, ya que no es su habitat natural y, de la misma manera que utiliza los pesos para poder sumergirse, a fin de contrarrestar la flotación de su propio cuerpo en el elemento líquido, también debe saber cuando y como liberarse de dichos lastres, que le impedirían ascender hasta la superficie y regresar a su habitat natural. | ![]() |