LA «RESTAURACIÓN» DEL RETABLO DE MARÍA MAGDALENA EN SANTES CREUS

Desde que publiqué mi libro «El Legado de María Magdalena» en mayo del 2005, el retablo de Santes Creus advocado a San Juan Evangelista y al cual yo prefiero identificar, por razones obvias, como «El retablo de María Magdalena», había sufrido un gran y continuado deterioro, lo que me había llevado en más de una ocasión a llamar la atención de las autoridades. 

No sé si mis «plegarías» surgieron efecto, pero lo cierto es que, desde primeros del año de 2011, el Centro de Restauració de Bens Mobles de Catalunya (CRMBC) se hizo cargo de la restauración del retablo, lo que cual, en principio, me llenó de alegría y satisfacción pues, no en vano, se trata de una obra de gran valor patrimonial e histórico, tal como ya comenté en el libro referenciado.

Así pues, con la idea de comprobar in situ la marcha de la restauración, y tras solicitar el permiso oportuno, el día 5 de mayo del 2011, tuve el privilegio de poder asistir al CRMBC, donde fui atendido muy amablemente por el encargado de la restauración, Pep Paret, quien me mostraría los trabajos que se estaban realizando en el retablo.

Fue así como Paret me mostró la sala donde se encontraban las diferentes iconografías de las que se compone el retablo de «María Magdalena», ya desmontadas y preparadas para ser «restauradas».

En la fotografía aparece el autor junto al Pep Paret, conversando sobre la iconografía de Juan Evangelista (María Magdalena).

Detalle en primer plano de la iconografía de San Juan Evangelista, donde se puede apreciar el cabello largo de color pelirrojo (tal como era descrita María Magdalena), labios rojos carmesí y fisonomía completamente femenina.

El autor comenta toda la información «oculta» en el retablo de María Magdalena, a la vez que pregunta, en un tono bromista, sí se le va a «modificar» el aspecto de embarazada de María Magdalena (reducir la barriga, etc.), a lo que el responsable indica que no, que ellos no hacen esas cosas… 

Lamentablemente, por alguna cuestión hasta ahora incomprensible y que nadie ha explicado, el resultado final, como más adelante se verá, fue muy diferente.

En las imágenes superiores se puede contemplar la serie de iconografías ya desmontadas del retablo, antes de ser «restauradas».

Serie de siete iconografías correspondientes al retablo de María Magdalena, listas para ser «restauradas».

Hasta aquí todo iba bien. Parecía que por fin se iba a hacer algo por cuidar un bien cultural de gran valor patrimonial que se había dejado descuidado e incluso puede que deteriorado a propósito, pues tal como supe por fuentes fidedignas, a la Iglesia, no le interesaba que este retablo estuviese a la vista del público mostrando lo que mostraba, de ahí que nadie se preocupase de su cuidado.

Después de que Pep Paret fuese informado por mí de todos aquellos aspectos que él desconocía sobre el retablo, y que su ayudante también le mostró cuando le comenté lo que había, pero no se veía a simple vista, éste me solicitó algún ejemplar de mis libros «El legado de María Magdalena » y «El triunfo de María Magdalena – Jaque mate a la Inquisición», donde expongo los pormenores del retablo y la historia del mismo, así como para conocer todo su contenido. Solicitud que acepté complacido, regalando y dedicando al CRBMC ambos ejemplares, tal como Pep Paret me solicitó.
-«Ahora veré con otros ojos al personaje de María Magdalena», fueron sus últimas palabras antes de despedirnos.

María Magdalena embarazada, abrazada a la cruz, a los pies de su amado esposo, su maestro, el padre de sus hijas.

Pasado un tiempo, cuando el retablo había vuelto a ser colocado en el Monasterio de Santes Creus, ya «restaurado», me dirigí al Monasterio para contemplar la restauración, y ahí vino la gran sorpresa o ¿quizás debería decir desilusión?

En un primer momento, cuando accedí a la iglesia del Monasterio, creí que se había realizado un buen trabajo, pero conforme me fui acercando al retablo y observando con atención las imágenes, me di cuenta de que aquellas imágenes no eran las originales, algo había pasado, pues ya no mostraban el mismo aspecto. 

Hice varias fotografías desde todos los ángulos, a fin de poder comprobar más tarde, al compararlas con mis fotografías originales de cuando descubrí el retablo en el año 2001, las posibles diferencias que pudieran existir y encontrar todas las modificaciones que se habían producido.

Otro dato que me llamó la atención y que denotaba un gran fallo por parte de la restauración, era ver que habían colocado un letrero al lado del retablo, donde se indicaba en varios idiomas que se trataba del ¡»retablo de Juan Bautista»! ¡Inaudito! ¿cómo se habían podido confundir de esa manera? El personaje que aparece en la iconografía superior y principal es Juan Evangelista, al que personalmente identifico con María Magdalena, y que además está inscrito su nombre en latín en el marco del retablo. ¿Por qué habían puesto el nombre de Juan Bautista cuando dicho personaje no tenía nada que ver con el retablo? ¿Fue un gran error sin más… o fue producto de una clara intención de confundir al público que lo viese? En cuando comprobase las fotografías actuales, después de la restauración, con las originales, tendría la respuesta.

Retablo de San Juan Evangelista (María Magdalena) antes de la restauración (año 2003).

Retablo de San Juan Evangelista (María Magdalena) una vez «restaurado» e incluyendo en su lado izquierdo (pared) un letrero indicando que se trata de San Juan Bautista, cuando en el marco de la iconografía principal se puede leer en latín de que se trata de San Juan Evangelista.

Rostro de San Juan Evangelista (María Magdalena) original del retablo, antes de la «restauración». Obsérvese el color del cabello pelirrojo, labios rojos carmesí y rostro totalmente femenino.

Rostro de San Juan Evangelista (María Magdalena) después de la «restauración». Obsérvese el cambio de color en general, Ojos diferentes y rostro masculinizado. Evidentemente no es la misma imagen que la original. Además, la imagen aparece borrosa, tal como sucederá con el resto de imágenes del retablo «restaurado». 

Pero aquí no terminaba todo, de hecho, acababa de empezar… Con las imágenes de María Magdalena embarazada sucedía otro tanto. Mientras que, en la imagen original del retablo sin restaurar, aparece visiblemente embarazada, en la imagen una vez «restaurada» presentaba diferencias en las sombras oscuras y el tamaño del vientre y los pechos…

María Magdalena visiblemente embarazada. Obsérvese el vientre abultado, caído, a punto de dar a luz, así como los pechos hinchados, remarcando los pezones.

María Magdalena, después de la «restauración», con el vientre y los pechos más estilizados, ocultados por sombras que pretenden disimular el embarazo.

Pero por si todo esto fuera poco, en las iconografías correspondientes al descenso de la cruz, donde aparece María Magdalena ataviada con los atributos de reina, se le borra dichos atributos, como la corona, collares, etc., así como mostrar una imagen borrosa…

Iconografía original, antes de la «restauración», del descenso de la cruz, donde María Magdalena es el personaje principal, mostrando sus atributos de reina (Corona, collares, etc.) Igual como José de Arimatea, con sus atributos de personaje importante (Turbante con piedras preciosas, etc.)

Iconografía del descenso de la cruz «restaurada». Obsérvese lo borroso de la imagen. Desaparece la corona y collar de María Magdalena (sus atributos de reina), así como los atributos de José de Arimatea, que se ven mermados o muy borrosos

Ampliación del rostro de María Magdalena antes de la «restauración», donde se puede percibir la corona y el collar.

Ampliación del rostro de María Magdalena después de la «restauración», donde ya no se puede percibir la corona y el collar, además de aparecer la imagen totalmente borrosa.

Obsérvese el cartel a la derecha de la imagen del retablo, indicando corresponder a San Juan Bautista.

Ampliación del cartel indicativo de que el retablo es de San Juan Bautista, cuando en el marco del retablo ya indica que es San Juan Evangelista. ¿Un error garrafal o una intención de confundir al público que observe el retablo?

Pues bien, toda esta serie de «errores» las comuniqué al departamento correspondiente de la Generalitat, así como en el propio Monasterio de Santes Creus, sin que nadie, hasta hoy día (marzo 2023) haya hecho nada por corregirlo.

Visita al Real Monasterio de les Santes Creus y del retablo de María Magdalena.